lunes, 12 de octubre de 2015

Maelstrom en el cine 

Seguramente ya habrán visto , o por lo menos la mayoría de las personas han escuchado hablar de las películas de "Piratas del Caribe" . Pues bien , en la tercera entrega de esta serie de películas , titulada "En el fin del mundo" , el Maelstrom hace presencia , y Gore Verbinski , relata lo difícil que fue crear esta escena , todavía con toda la tecnología y la magia del cine.


  El Maelstrom

Para la secuencia culminante del Maelstrom de “En el fin del mundo” –la enorme y apocalíptica batalla entre los ejércitos pirata y de la Compañía de las Indias Orientales que se desarrolla durante una monumental tormenta– los realizadores tuvieron que encontrar un lugar en el que poder construir replicas a tamaño natural tanto de la Perla Negra como del Holandés Errante, así como de otros elementos del plató.
La única estructura de esta envergadura en Los Ángeles (y puede que en el mundo entero) era el Edificio nº703 de un enigmático lugar llamado “Site 9”.
Este gigantesco hangar de 182 metros de largo, 97 de ancho y 27 de alto en el pueblo desértico de Palmdale, California, a unos 100 kilómetros de los Estudios Walt Disney en Burbank– fue construido por Rockwell International en 1983 para montar bombarderos 100 B–1 y en los últimos años se había utilizado como plató para rodar algunas películas como "The Terminal (La terminal)" de Steven Spielberg.
“Esta es una de las secuencias de acción más elaboradas y ambiciosas que jamás he diseñado para una película", afirma Rick Heinrichs, “y exigía coordinar varios departamentos, incluyendo el nuestro, el de efectos visuales y el de efectos físicos especiales”.
Mike Stenson, el productor ejecutivo, añade: “Cuando entrabas en ese hangar era como Área 51”.
En el interior de “Site 9”, Rick Heinrichs trabajó en estrecha colaboración con otro ganador de los Oscar, el supervisor de efectos especiales John Frazier (Spider–Man 2), con el fin de construir la Perla y el Holandés, montándolo en enormes y sofisticadas bases móviles, rodeadas de enormes fondos de pantallas azules.
“John Frazier es el mejor supervisor de efectos físicos del mundo”, afirma Stenson.
“Nadie podría haber diseñado los elementos físicos de los efectos especiales que hacemos en esta película”.
Frazier y su equipo diseñaron y construyeron las bases móviles para las dos maquetas de barcos, así como otra plataforma tanto para la escena en la que el Hai Peng se cae por el borde del mundo, como para la secuencia del "Green Flash" en la que la Perla Negra pasa entre los mundos poniendo del revés el océano.
“En "En el fin del mundo", decidimos hacer algo que nunca se había hecho en una película", afirma Frazier, "es decir colocar una torre en cada extremo de los dos barcos que nos permitiera elevarnos a casi 100 metros.
De esa forma podríamos reproducir de forma realista el movimiento de un barco en el océano.
Normalmente lo girábamos hacia el centro, pero los barcos no suelen hacer eso.
En este caso, giramos los barcos en cada extremo para que la proa se elevara y descendiese y también teníamos dos bombas hidráulicas en cada extremo de los barcos que les permitían balancearse”.
La construcción de la Perla Negra y del Holandés Errante a escala real en las bases móviles de Frazier fue el resultado de una gigantesca colaboración entre varios departamentos.
“Construimos las bases móviles en tres meses, pero lo hicimos en varias etapas.
El departamento de construcción de Greg Callas construyó los barcos encima de nuestro entramado.
Después construimos las torres a cada extremo de cada barco para que se movieran hacia arriba y hacia abajo.
Después diseñamos un sistema informatizado para que funcionasen desde una especie de puesto de control. Contábamos con 150 dispositivos de efectos especiales en el proyecto y trabajamos las 24 horas de los 7 días de la semana.
Nunca se paraban. Los hombres del turno de día cortaban las piezas y las montaban y los de la noche las encajaban.
Las 150 personas que trabajaron en este proyecto nos dieron 150 por ciento.
Coordinar todas esas bases móviles con el ordenador es un proceso largo que exige mucha paciencia. Es como ver pintar en seco, pero nuestro equipo de informáticos sí tuvo paciencia e hicieron un gran trabajo.
No encendían el sistema hasta que cada barra estuviese sincronizada y todos los gráficos estuvieran listos.
“El equipo hidráulico también trabajó al máximo”, sigue diciendo Frazier.
“Hay más de 616 metros de tubo hidráulico corriendo por esas bases móviles.
Hay más de medio millón de kilos de acero, algunos de los cuales no existían, así que tuvimos que salir a buscarlo.
Nadie había visto algo así antes, y fue un gran honor ser escogido para realizar el proyecto.
“El tiempo que tuvimos para diseñar y crear al monstruo, para construir tres barcos sobre tres bases móviles es algo increíble”, afirma Frazier.
“Antes de esto, la mayor base móvil que habíamos construido fue para el U.S.S.
Oklahoma en "Pearl Harbor' de Jerry Bruckheimer, y dijimos que nunca volveríamos a construir algo así.
Pero luego llegó 'En el fin del mundo' y es la cosa más grande que hemos hecho jamás.
No creo que esto vuelva a sucedernos nunca más.
Esta es la Superbowl de las películas de cine”.
Cuando los barcos y las enormes plataformas—de las que cada una de ellas pesaba alrededor de 450.000 kg—tenían que moverse de un lugar a otro dentro del “Site 9”, entraba en juego una alta tecnología de marcación aérea que a primera vista parecía sencilla.
Algo así como un mini aerodeslizador capaz de transportar 60 toneladas.
“Es el mejor modo de mover 450 toneladas de barco”, explica John Frazier.
“Lo que estamos haciendo es como un juegos de hockey aéreo al revés… coger la tabla y colocarla arriba del todo, y dejar que el disco de hockey se deslice.
Lo más difícil de mover el barco no es moverlo, sino detenerlo.
Una vez que coges todos esos kilos y creas la inercia, es difícil detenerlo.
Así que cogemos estas carretillas elevadoras de 5.500 kg cada una y las encadenamos a la base en movimiento para que no se nos escape.
Podríamos mover las bases y los barcos literalmente a cualquier lugar que queramos del hangar”.
Para la iluminación especial necesaria para cualquier secuencia de pantalla azul, el director de fotografía, Dariusz Wolski, y su jefe de eléctricos, Raphael Sánchez, diseñaron una impresionante parrilla muy compleja de 1.400 focos de luz, además de 40 focos más alrededor de la pantalla azul de 18 metros de alto que rodea al barco, y al menos ocho camiones generadores de 10.000 amperios, así como casi 100 km de cable y 3.000 frecuencias para los paneles reguladores de voltaje.
“Creamos 108.000 kilovatios de potencia”, señala el productor ejecutivo Eric McLeod, “suficiente para iluminar exactamente 500 hogares”.
Frazier y su equipo de expertos técnicos también diseñaron un sistema de tuberías y surtidores instalado en el techo del hangar que vertía duchas sobre los barcos (y sobre lo actores, los especialistas y el equipo), dirigido por varios ventiladores gigantes capaces de producir vientos de 160 km por hora.
John Frazier y su equipo tenían que calibrar escrupulosamente la lluvia y producirla.
“Empezamos probando los surtidores durante varias semanas, y por fin conseguimos lo que Gore quería”, afirma el supervisor del efectos especiales.
“Luego tuvimos que cambiar los surtidores porque cuando Gore rueda un primer plano, no quiere que caigan grandes gotas de lluvia sobre la gente.
Se necesita una lluvia más fina.
Así que encendemos y apagamos los surtidores dependiendo de si se trata de una toma general o de un primer plano.
“Debido al tamaño de la Perla Negra y del Holandés Errante, probablemente estuviésemos bombeando alrededor de 114.000 litros de agua por minuto.
Esta es la mayor cantidad de lluvia creada en un plató de un largometraje en la historia del cine.
Colocamos tanques fuera del hangar, conectamos las bombas y filtramos y calentamos el agua, así que básicamente lo que tenemos es un tobogán de agua giratorio.
Bombeamos el agua, asciende 24 metros, llueve en el plató, llega al suelo del plató, pasa a los desagües que se construyeron originalmente en el suelo y pasa de nuevo al tanque que tenemos fuera, se recicla y comienza de nuevo el proceso”.
Gore Verbinski y su equipo se vistieron con un equipo protector para dejar que el agua resbalase por sus espaldas y así reciclar el máximo posible.
Los actores y los especialistas no tuvieron tanta suerte.
Keira Knightley afirma: “Te pones el vestuario asignado.
Por debajo llevas un traje impermeable que hace que ir al baño sea algo complicado.
Luego accionan los surtidores de lluvia, así que en 10 segundos ya estás calada.
Lo siento por el equipo, porque ellos tienen que estar así todo el día.
Algunas veces la lluvia es tan fuerte que ni siquiera puedes ver.
Cuando la Perla Negra y el Holandés Errante están uno al lado del otro, trabajamos sobre una pendiente de un 15 por ciento, por la que subes en una lucha con espadas bajo una lluvia torrencial, con todo un equipo de cámaras acercándose a ti.
Acabará teniendo un aspecto magnífico, pero es un trabajo muy duro”.
“Yo no lo llamaría actuar, sino subrevivir”, bromea Orlando Bloom.
“Es horrible estar mojado desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde.
Aunque apagan los surtidores entre las tomas, tú sigues mojado todo el tiempo, y mentiría si dijese que es divertido. Pero es duro para todo el mundo, no sólo para los actores. Y después de todo, todos confiamos mucho en el resultado final, y todos sabemos que el esfuerzo vale la pena”.
“La tormenta es como el gran remolino bíblico del infierno, y lo rodamos de la forma en la que lo haría Cecil B. DeMille”, afirma Geoffrey Rush. “Es impresionante”.
“Huíamos de los huracanes en Las Bahamas”, añade Johnny Depp, “Rodamos en Dominica durante la temporada de lluvias en una selva, y luego fuimos al desierto, en Palmdale, y rodamos bajo una lluvia torrencial y con un viento de 75 nudos aproximadamente en unas grandes instalaciones de un barco con una inclinación del 15 por ciento.
“Esta es otra más de esas situaciones que son tan extrañas que ni siquiera las cuestionas.
‘Johnny, vamos llevarte al desierto en un viaje que durará hora y media, vas a escalar para subirte a bordo de la Perla Negra y del Holandés Errante, que están construidos sobre plataformas gigantes, y vamos a empaparte al mismo tiempo que te azota un fuerte viento mientras realizas una lucha de espadas en una pendiente.
“Y simplemente dices: "Vale, ningún problema”.
Una característica de la toma de la gran tormenta —que duró casi cuatro meses— fue el cambio del tiempo fuera del hangar en el desierto de Palmdale …de una media de 43 grados a mediados de septiembre a una media de –6 en las noches de diciembre.
No se estaba tan mal si podías quedarte en el interior de las instalaciones durante todo el día, pero el campamento base estaba en el exterior, y tenías que pasar por él para llegar a un segundo hangar que albergaba 50 puestos de maquillaje para los extras, así como mesas para las comidas.
Antes o después, los actores, especialistas y extras empapados tenían que exponerse ante los elementos, tanto al asfixiante calor como al frío que te calaba hasta los huesos, sin tener en cuenta los ocasionales vientos intensos del desierto que azotaban el paisaje.
“Obviamente, el climax de la 'gran tormenta' fue el más espectacular y el más desafiante para nosotros de toda la película ‘At World’s End’ (En el fin del mundo)” señala el coordinador de especialistas George Marshall Ruge.
“Estaba implicado todo el reparto principal, y en la acción épica se llevaban a cabo múltiples historias”.
Para el gran enfrentamiento final entre los barcos de los piratas y de la Compañía de las Indias Orientales, Ruge coordinó secuencias de especialistas tanto en Las Bahamas como dentro del gran hangar “Site 9” utilizado para rodar en Palmdale, California.
“Debido a que las piezas del barco en la Isla de Grand Bahama no estaban diseñadas para realizar efectos especiales, tuvimos que ser muy creativos para lograr una escena de acción que fuera innovadora”, afirma Ruge.
“Estos barcos y los piratas que van en ellos se enzarzan en una gran batalla con cañones.
Utilizamos múltiples rampas aéreas y trabajamos con cables para crear la ilusión de que nuestros piratas especialistas entrasen en este bombardeo.
Y debido a que se trataba de piezas flotantes, en muchos casos tuvimos el lujo de poder traspasar la acción al agua.
“En el plató de Palmdale, al menos nos permitimos el lujo de estar en el interior y no tuvimos que preocuparnos por los elementos meteorológicos, pero nos enfrentamos a todo un nuevo tipo de reto, debido al gran número de efectos visuales y físicos necesarios para la secuencia”.
Cuando los actores se vieron a sí mismos aferrándose a la Perla Negra para salvar su vida en la "inclinada plataforma" de John Frazier para rodar la secuencia de Green Flash, en ese instante se convirtieron en actores especialistas.
“Daba mucho miedo”, admite Naomie Harris.
“Lo único que evitó que gritase fue el hecho de que estaba agarrada con una cuerda y que nadie más estaba gritando, así que me hubiese sentido estúpida si lo hubiese hecho… pero en realidad quería hacerlo”.
El Green Flash fue una combinación de una toma real con la verdadera Perla Negra en el tanque de la Isla de Grand Bahama realizada por el coordinador de efectos especiales Allen Hall y su equipo, una parte de la Perla colocada sobre la plataforma inclinada de John Frazier en el hangar de Palmdale, y el rodaje submarino en otro tanque en la zona de Falls Lake de las instalaciones de Universal Studios.
La caída del Hai Peng por el límite del fin del mundo también supuso un esfuerzo por unir un complejo puzzle cinematográfico que había estado evolucionando durante meses.
“Todo empezó rodando desde barcos remolcados en Greenland hasta lugares helados”, explica el productor ejecutivo Eric McLeod.
“Esa secuencia se rodó casi dos años antes. También rodamos algunas tomas en las Cataratas del Niágara. Y a partir de esas tomas, tuvimos una base específica para el Hai Peng, que puede levantarse a 30 metros del plató y que puede inclinarse hasta formar un ángulo de 90 grados. Rodamos la parte del diálogo a un metro del suelo en el Hai Peng.
Luego utilizamos una grúa enorme, colocamos la pieza del Hai Peng en la base móvil, sujetamos a los actores con cuerdas de seguridad, así como al equipo, y luego inclinamos el plató. Te pones un poco nervioso cuando ves a todos tus actores ahí colgados. Al principio todos se mostraron un poco reticentes, pero luego hacían de todo.
Podías decirles: 'Tienes que saltar desde un barco, descender por un acantilado, y colgarte desde la cubierta de un barco con 90 grados de inclinación, con sillas y barriles por toda la cubierta'.
Y todos te decían: 'Vale, puedo hacerlo'”.
Cabalgar las olas, a veces de forma literal, eso es lo que hacía el director de fotografía Dariusz (Darek) Wolski.
Junto con su equipo de operadores de cámara, clapplers, cargadores y ayudantes así como con el jefe de montaje Mike (Pop) Popovich y el jefe de iluminación Rafael (Raffi) Sanchez desafiamos todos los obstáculos gracias a enormes dosis de imaginación.
“En estas películas hemos tenido la posibilidad de experimentar y de hacer cosas diferentes durante el rodaje”, afirma Wolski.
“Hemos rodado casi todo lo que era posible rodar: en las junglas, en el agua, debajo del agua, en los platós, y en las refulgentes salinas.
En términos de escala, no creo que pueda superar lo que hice en 'El Cofre del hombre muerto’.
Para llegar más lejos tienes que tomar una dirección totalmente opuesta”.
En la etapa de postproducción, John Knoll y su equipo se encargaron de la ambientación, que incluía el mar picado y el terrorífico remolino de 1,6 kilómetros que pone en peligro a todos los barcos que se acercan.
“Visualmente, es una idea muy atrevida”, afirma Knoll, “pero no se puede rodar todo eso con elementos reales. Así que el agua la generaba el ordenador y fue muy difícil que resultara realista. Vamos a terminar con unos 400 planos de efectos visuales en esa secuencia, con agua, olas gigantes, espuma y agua pulverizada. Todas estas cosas se reproducen con mucha dificultad.
“Además lo que pasa en el plano de fondo también es muy complicado", explica Knoll.
“Hay una batalla gigantesca entre la Perla Negra y el Holandés Errante. Así que tenemos personajes generados por ordenador en medio de la lluvia, de la tormenta y de los trozos de madera. Sin olvidarnos de los cientos de barcos piratas que se ven en la secuencia"
Concuerdo en que el resultado fue fantástico .

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